lunes, 29 de septiembre de 2008

Un consejo para ustedes, caballeros

Cierta noche una dama, es invitada a un cumpleaños, muy al estilo Chiqui Legrand, pero sin el dedito en la mejilla, comenzó el gran dilema, "voy o no voy, voy o no voy.." Aclaro: esta indecisión estaba justificada, ya que era el cumpleaños de un amigo, al que iban un montón de personas, de las cuales, ella conocía justamente al que no iba, o sea a su amigo- digo "no iba" porque la fiesta era en su casa, por lo tanto él ya estaba allí-

Superada la indecisión, y al no tener un mejor plan, se vistió para la ocasión y allá fue.

Sucedió lo predecible, al no conocer a nadie, intentó hacer "migas", con quienes se acercaban, aunque solo fuera por su cara de "qué estoy haciendo aquí"; y bueno por una cuestión del azar, hizo mas "migas" con el mas boludo del cumple- si , y ya van a ver porqué les digo ésto-

Llegó el momento en que el embole ya no podía pilotearse, y decide partir del fiestón, qué sorpresa se llevó cuando vió que caían.....si "esos" de punta.

Por suerte, el más boludo del cumple tenía un auto, y obviamente se ofreció gentilmente a llevarla a su casa. Listo zafó... pero zafó realmente?

Nooooo... porque el susodicho la invitó a tomar un café, dada la cortesía que, hasta ese momento, subsistía en ella...cometió el error de decirle "Si". Y bueno ahí estaban los dos en un barcito del Gran Bs. As., zona sur; afuera llovía y él elige una mesa cerca de la ventana, avizorando un futuro acorralamiento.

Para comenzar la conquista, no tiene mejor idea que tomar una servilleta de papel y escribir un "poema" -con el perdón de los poetas por definir así lo escrito- que era, como no podía ser de otra forma, una bazofia. El pobre la remaba, porque le entregaba sucesivas servilletas escritas para que ella los leyera, mientras intentaba infructuosamente tomarle la mano; acto que ella repelía, ya con menos cortesía. Terminan el café, la lluvia seguía, pero para evitar seguir leyendo bazofias, ella anuncia que se va a tomar el colectivo, que total la deja cerquita de la casa( en realidad eran como 10 cuadras); el caballero obviamente no iba a permitir esto ....la lluvia, la madrugada, "te llevo"; ella piensa la lluvia, la madrugada, la insistencia, "bueno dale".

Camino a la puerta de la casa de ella, él intenta, nuevamente acercar su mano a las de ella ("pero qué le pasa a éste, si me pase toda la noche tratando que no me toque ni con la cucharita de café"). En este punto el rechazo ya era más que evidente...

Llegan a la puerta de la casa de ella, un "puedo bajar un ratito"; un "no".
Y acá viene el momento, él le pide un beso (noooo qué boludo, piensa ella), la respuesta de ella es - la que están pensando- NO.
Y el boludo insiste, insiste y dice "cierro los ojos y me lo das" y ....LO HACE, realiza el mayor acto de ridiculéz que puede mostrar un hombre en esta situación: cierra los ojos y se queda esperando el beso...

Harta ella, ya despojada de toda cortesía, y deseosa de ir a dormirse sola, baja sigilosamente del auto y entra a su casa y... ahí queda el boludazo en el auto, esperando el beso que nunca iba a llegar.

Hombres del mundo, si quieren conservar intacta su dignidad, nunca, pero nunca hagan naaaada de lo que hizo éste hombre. Aprendan a leer el lenguaje corporal de una mujer, y por sobre todas las cosas, recuerden: los besos no se piden, se roban ( de última es preferible arriesgarse a recibir un cachetazo, que quedar de garpe esperando un beso con los ojos cerrados)

Pese a estos ejemplares masculinos, los quiero. Hasta la próxima.


2 comentarios:

LA COLO dijo...

Maestra total en transformar las "pesadillas" de una mujer en anegdotas que te dejan sin respiracion de tanta risa. Por eso, no lo dudo... lo que me pasa a mi, pasa por Mane. Te adoro!

El Deah dijo...

Bueno, yo por eso vendí mi auto. me cansé de que me patéen la dignidad.